CHALAZIÓN

¿Qué es un chalazión?

Un chalazión -también llamado quiste de Meibomio o tarsal– es una inflamación crónica no infecciosa en las glándulas de Meibomio -unas glándulas sebáceas situadas sobre los párpados– por una retención de su secreción grasa, causando un enquistamiento que aparece en los párpados. El chalazión puede aparecer a cualquier edad y normalmente no es doloroso, aunque si crece en tamaño puede llegar a ser bastante molesto y causar una presión sobre el globo ocular que provoque problemas de visión.

Diferencia entre chalazión y orzuelo

Aunque a veces pueden llegar a confundirse, es importante diferenciar correctamente entre un chalazión, y un orzuelo, ya que si bien ambos causan una inflamación en el párpado, el orzuelo se desencadena por una infección, mientras que el chalazión es un proceso crónico pero no infeccioso, causado por una acumulación de secreciones de lípidos.

Dada la distinta naturaleza de su origen, cada uno necesitará un tratamiento distinto, de ahí que resulte clave que un oftalmólogo experto examine previamente el caso para determinar a qué tipo de patología nos enfrentamos, y establecer el tratamiento más adecuado.

¿Qué causa un chalazión?

El chalazión se desencadena cuando los orificios de las glándulas de Meibomio, que están situadas dentro del párpado y producen una secreción que forma parte de la película lagrimal, se obstruyen causando que su secreción no se drene y acabe acumulándose en el párpado, provocando un quiste graso que es lo que llamamos chalazión.

Esta patología se da habitualmente entre personas que padecen blefaritis, así como dermatitis seborreica o rosácea; también puede aparecer en personas que previamente hayan tenido un orzuelo. En el caso de los niños, puede aparecer asociada a casos de hipermetropía no corregida.

¿Cuáles son sus síntomas?

El chalazión suele ser bastante fácil de percibir a nivel visual; no obstante, los síntomas más comunes asociados a él son los siguientes:

  • protuberancia dura e indolora, con hinchazón en todo el párpado
  • sensación de presión o de arenilla en el ojo
  • visión borrosa o astigmatismo (si el chalazión presiona el ojo)
  • fotofobia

A diferencia del orzuelo, el chalazión no tiene un origen infeccioso por lo que rara vez resulta doloroso o provoca una secreción purulenta. No obstante, ante cualquiera de estos síntomas es muy importante acudir a la consulta de un oftalmólogo experto para que éste determine si existe o no algún tipo de infección, y pueda iniciar el tratamiento más apropiado lo antes posible.

Tratamiento para el chalazión en A Coruña

Aproximadamente 1 de cada 3 casos de chalazión se curan por sí solos sin necesidad de realizar ningún tratamiento; en ocasiones, puede ser necesario realizar un masaje palpebral (sobre los párpados) aplicando calor y limpiando la zona, acompañado de una lubricación adecuada del ojo.

En los casos más graves en los que el chalazión es persistente y está enquistado, si causa molestias al paciente una vía para eliminarlo es el drenaje quirúrgico; si el quiste está cerca del lagrimal puede realizarse una intervención menor inyectando corticoesteroides, aunque esta técnica resulta menos efectiva que la cirugía.

Como toda intervención quirúrgica, ésta también conlleva riesgos para el paciente, por lo que es fundamental acudir siempre a un oftalmólogo con experiencia que garantice un tratamiento eficaz y sin complicaciones. Clínica Oftalmológica Cobían Martos cuenta con profesionales expertos en este tipo de tratamientos, con un gran historial de éxito en intervenciones a nuestros pacientes.

¿Se puede prevenir la aparición de un chalazión?

Una de las principales formas de prevenir la aparición del chalazión es cuidar la higiene palpebral, limpiando la parte interna y los bordes de los párpados así como las pestañas con productos especiales de higiene ocular, especialmente si se utiliza maquillaje, pero también si existen antecedentes de blefaritis, acné rosáceo, o si se han sufrido previamente otros chalaziones. También resulta muy recomendable seguir una dieta rica en ácidos grasos Omega 3, ya que poseen propiedades antiinflamatorias.

En todo caso, el diagnóstico precoz es muy importante tanto para evitar complicaciones en caso de sufrir un chalazión, como para descartar otras patologías que puedan afectar a la visión y el funcionamiento del ojo. Para ello, especialmente si tenemos antecedentes de otras enfermedades oculares, es más que recomendable visitar regularmente la consulta de un oftalmólogo. No olvidemos nunca que toda cura, comienza por la prevención.

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