IRIDOTOMÍA LÁSER

¿Qué es una iridotomía láser?

La iridotomía láser es una intervención quirúrgica sencilla y rápida que se realiza en la consulta del oftalmólogo a fin de minimizar los riesgos de sufrir un ataque agudo de glaucoma, una afección ocular producida por un aumento de la presión intraocular que puede causar daños al nervio óptico y a la visión.

¿Cuándo se recurre a una iridotomía láser?

Existen muchos tipos de glaucoma, la mayoría asintomáticos; pero a medida que avanza la enfermedad y el daño al nervio óptico es mayor, la pérdida de visión se hace evidente. Sin embargo, esta pérdida progresiva de la visión no ocurre con el llamado ataque agudo de glaucoma, una dolencia que provoca un aumento súbito de la presión intraocular acompañado de síntomas como visión borrosa, dilatación de las pupilas, enrojecimiento y dolor ocular severo, y a veces también dolor de cabeza, náuseas y vómitos.

En un ojo sano, el humor acuoso que rellena la parte frontal del ojo (donde se encuentran la pupila y el iris) sale por una vía de drenaje situada entre la córnea y el iris; cuando debido a factores anatómicos se bloquea esa vía de drenaje repentinamente, el humor acuoso no puede evacuarse y se produce un aumento de la presión intraocular, lo que puede acabar causando daños irreparables al nervio óptico y, por tanto, una pérdida de visión.

Si ese bloqueo es progresivo hablamos de un glaucoma de ángulo cerrado (también denominado glaucoma de ángulo estrecho o agudo); si se produce de forma repentina, estaremos ante un ataque agudo de glaucoma: una emergencia oftalmológica grave que debe ser tratada de manera urgente por un oftalmólogo experto, siendo el método más efectivo una iridotomía periférica con láser YAG.

Cabe señalar además que, mediante una simple revisión oftalmológica completa, un profesional puede detectar a tiempo si un paciente tiene riesgo de sufrir en el futuro una obstrucción de la vía de drenaje que provoque un ataque agudo de glaucoma. En estos casos, una iridotomía láser realizada de forma preventiva evita riesgos y complicaciones futuros. De ahí la importancia de visitar regularmente un buen oftalmólogo que sepa detectar este tipo de patologías a tiempo.

Tratamiento mediante iridotomía láser en A Coruña

En la iridotomía láser se utiliza el láser YAG: se trata de un tipo avanzado de láser que permite realizar cortes y romper estructuras como si fuera un bisturí, pero con mucha mayor precisión. Mediante este láser, el oftalmólogo crea un pequeño orificio en la periferia del iris para facilitar la evacuación del humor acuoso. Como tratamiento previo, una media hora antes se aplican unas gotas para contraer la pupila y facilitar el trabajo con el láser; también se aplican unas gotas anestésicas para evitar molestias al paciente.

Pese a lo que pudiera parecer, se trata de una intervención quirúrgica sencilla que dura sólo unos minutos, tras la cual se aplican unas gotas antiinflamatorias y antihipertensivas en el ojo y el paciente recibe el alta, pudiendo retomar su actividad normal pasadas 24 horas desde la intervención con molestias leves que duran sólo unos días. No obstante, es aconsejable acudir acompañado a la intervención dado que, tras la misma, el paciente puede experimentar temporalmente visión borrosa o deslumbramiento debido a las gotas y el instrumental óptico empleado en la operación.

¿Qué resultados se obtienen?

Si la iridotomía láser se realiza tras un ataque agudo de glaucoma, la operación permite que disminuya en poco tiempo la presión intraocular y todos los síntomas asociados ya mencionados. Cuando se practica de forma preventiva en pacientes de riesgo, éstos logran evitar las complicaciones de sufrir en el futuro un ataque agudo de glaucoma que ponga en peligro su visión.

Tras la intervención, en aproximadamente 1 de cada 4 casos es posible que no se consiga abrir un canal para aliviar la presión ocular, por lo que pueden ser necesarios otros tipos de tratamientos a posteriori, incluyendo cirugía con o sin láser, para corregir el problema. Será el propio oftalmólogo, durante el seguimiento posterior tras la intervención inicial, quien determine la evolución de cada paciente y si se debe recurrir a tratamientos adicionales.

Es importante señalar que, en el caso de aquellos pacientes que usasen gotas oftalmológicas para el glaucoma antes de la intervención, la iridotomía láser no las sustituye y, por lo general y salvo indicación contraria, deberán seguir usándolas tras la operación.

¿Cuáles son los riesgos de una iridotomía láser?

Debido al uso del láser YAG, la iridotomía periférica con láser YAG es un procedimiento no invasivo y altamente seguro que, en la mayoría de casos, permite evitar o prevenir de manera rápida y eficaz el glaucoma de ángulo estrecho, o un ataque agudo de glaucoma.

Aun así, como toda intervención no está exenta de riesgos y complicaciones que pueden aparecer ocasionalmente, y que pueden producir:

  • Inflamación ocular leve
  • Aumento temporal de la presión intraocular
  • Pequeñas hemorragias intraoculares
  • Opacidad del cristalino en el punto de impacto del láser

Además, como ya mencionamos, en algunos casos la técnica de la iridotomía láser puede no tener éxito por una cicatrización del orificio practicado, por lo que habría que recurrir a una segunda intervención o a otro tipo de tratamiento, incluyendo una cirugía más avanzada. En todo caso, para evitar riesgos y complicaciones, lo mejor es acudir siempre a un oftalmólogo experto y con experiencia que garantice un tratamiento eficaz. En Clínica Oftalmológica Cobián Martos somos expertos en este tipo de tratamientos, y ofrecemos un historial de éxito entre nuestros pacientes. ¡Ven a conocernos!

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