MIOPÍA

¿Qué es la miopía?

La córnea y el cristalino refractan o dirigen los rayos de luz que entran en el ojo sobre un punto focal ubicado en la retina (en la parte posterior del ojo) para que se enfoquen con precisión y la persona pueda ver de forma nítida. Esto sucede en un ojo emétrope (normal).

Pero cuando la luz no refracta en este punto, la persona presenta un defecto o error de refracción, y la imagen formada se percibe borrosa.
En la miopía, la imagen se forma delante de la retina, y es por eso que el paciente percibe
borrosos los cuerpos situados lejos. Las causas pueden incluir un tamaño del ojo mayor de
lo normal o deberse a que la córnea, el cristalino o ambos, presentan una potencia
excesiva. Los pacientes miopes, generalmente ven bien de cerca, aunque la distancia
depende del grado de miopía. Esta condición es uno de los principales errores de refracción
(ametropías) junto con la hipermetropía y el astigmatismo.

Qué es la hipermetropía
Miopía

Tipos de miopía

En función del grado de dioptrías que presente una persona, se puede diferenciar entre dos
tipos de miopía:

Miopía simple
Es la que presentan las personas con menos de 6 dioptrías. Siendo el tipo más frecuente,
aparece en los infantes y la adolescencia, progresa y se estabiliza años más tarde. Es el
resultado de alteraciones biológicas normales que genera un fallo de correlación entre
distintos elementos del ojo (curvatura de la córnea, potencia del cristalino…)

Miopía magna, degenerativa o patológica
Es una miopía alta, en la que la graduación de la persona supera las 6 dioptrías. Aparece
en la infancia y su progreso en la edad adulta puede llevar al paciente a alcanzar dioptrías
muy elevadas y derivar en cambios degenerativos. Se produce por una elongación excesiva
del globo ocular.

Es considerada una enfermedad ocular que debe ser revisada frecuentemente por un
oftalmólogo, ya que existe un mayor riesgo de presentar complicaciones oculares como
cataratas, glaucoma, desprendimiento de retina, etc.

¿Cuáles son las causas de la miopía?

Según las causa de la aparición de la miopía, esta se puede clasificar en:

Miopía axial: Se produce porque el globo ocular es más alargado de lo normal, esto
es, que hay una prolongación del eje anteroposterior del ojo mayor de 24 mm.
Miopía de curvatura: Es causada por una curvatura de la córnea o el cristalino
demasiado pronunciada.
Miopía de índice: Se debe al aumento de la potencia dióptrica del cristalino. Es
provocada por una alteración en el índice de refracción de los humores acuoso o
vítreo, y normalmente es inducido por cataratas seniles.
Miopía mixta: Cuando se padece alguna de las anteriores condiciones
simultáneamente.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Algunas personas corren un riesgo más alto de presentar miopía. Hay varias
circunstancias y condiciones que aumentan la probabilidad de padecerla:

  • Genéticas:
    Los factores hereditarios pueden influir. En numerosos casos, es bastante probable que en
    una persona cuyos padres presentan miopía también aparezca esta condición. Si ambos
    progenitores poseen el trastorno, el riesgo podría aumentar.
  • Patológicas:
    Ciertas enfermedades como la diabetes, el queratocono o algunas clases de cataratas
    pueden desencadenar una miopía temporal o permanente.
  • Ambientales:
    Aunque no es una teoría confirmada por la comunidad científica, ciertos estudios apuntan a
    que los niños que pasan más horas delante de pantallas electrónicas o realizando
    actividades que requieren un esfuerzo visual de cerca podrían ser más propensos a
    desarrollar miopía. Mientras que los que pasan tiempo al aire libre, en espacios abiertos y
    expuestos a la luz solar, tienen menos posibilidades de presentar la condición.
    Sustancias tóxicas: el consumo de algunas sustancias tóxicas puede afectar
    negativamente a la visión.

¿Cómo se diagnostica la miopía?

Un diagnóstico precoz de la miopía es importante para su detección o la evaluación de su
estado. Para ello, se deben programar visitas frecuentes en caso de sospecha de defectos
de refracción u otros problemas de visión. Además, se debe acudir al oftalmólogo de
inmediato para realizar un examen ocular si se presentan síntomas como ver cuerpos
flotantes, destellos de luz o sombras en el campo de visión. Las pruebas para el
diagnóstico de la miopía pueden incluir:

● Una prueba de refracción.
● Evaluación de la agudeza visual.
● Medición de la presión intraocular.
● Prueba de los músculos oculares.
● Examen del fondo del ojo, especialmente de la retina.
● Análisis de la percepción cromática y visión binocular.
● Evaluación de los movimientos del ojo.

¿Cuáles son los síntomas de la miopía?

Existen ciertas señales a través de las cuales el paciente puede identificar un error de
refracción como la miopía. Se recomienda acudir a un oftalmólogo si presenta algunos
de los siguientes síntomas:

● Visión borrosa de objetos lejanos.
● Necesidad de entrecerrar los ojos para enfocar mejor lo que se está visualizando.
● Necesidad de acercarse a los objetos para verlos mejor.
● Dificultad para ver correctamente al conducir, especialmente de noche (miopía
nocturna).
● Fatiga visual.
● Dolor de cabeza o migrañas.

¿Cómo se puede prevenir?

Debido a la naturaleza, en muchas ocasiones hereditaria de la miopía, y a sus procesos
degenerativos, a día de hoy no se ha confirmado ningún tipo de prevención que se pueda
tomar para evitar la aparición de este trastorno. Sin embargo, el correcto seguimiento de la
higiene visual y las visitas periódicas al oftalmólogo pueden mejorar su evolución. Estos son
algunos hábitos a seguir para cualquier persona con riesgo de padecer miopía:

Alimentación saludable y equilibrada, especialmente rica en vitaminas A, E y C, y
en ácidos grasos omega 3.
● Mantener una adecuada iluminación natural y uniforme cuando se pasa tiempo
frente a una pantalla, así como una postura correcta.
● Realizar descansos para evitar la fatiga visual cuando se trabaja utilizando el
ordenador: paradas cada 20 minutos, mirando por 20 segundos hacia un objeto
inmóvil que se encuentre a unos 6 metros de distancia.
● Realizar actividades al aire libre podría ser especialmente indicado en casos de
miopía. Esto incluye reducir el uso de la visión de cerca, más común en espacios
cerrados.
● Mantener una distancia entre los ojos y la pantalla del móvil o del ordenador de
unos 50 o 60 cm.

¿Cómo se corrige la miopía?

Para el tratamiento óptico de la miopía se utilizan lentes negativas o divergentes, que
alejan el punto focal, acercándolo a la retina. Estas lentes pueden montarse en gafas o en
lentes de contacto.
Por otro lado, existen diferentes tipos de cirugía para corregir el defecto refractivo sin tener
que usar gafas, como el implante de lente intraocular o las cirugías mediante láser (LASIK o
PRK) La técnica recomendada dependerá de cada caso, siendo siempre una cirugía
electiva y correctiva, no curativa.

CONTACTA CON NOSOTROS