¿Qué son los tumores palpebrales?
Los tumores palpebrales son masas anormales de tejido que aparecen en los párpados o en la región periocular (la piel alrededor de los ojos), generalmente en forma de lesiones, granos, o bultos de pequeño tamaño. Los tumores palpebrales son relativamente frecuentes, aunque la mayoría son de carácter benigno; no obstante también pueden aparecer tumores malignos que, aunque menos frecuentes, deben ser detectados y diagnosticados a tiempo por un oftalmólogo para descartar lesiones más graves.
¿Qué tipos hay?
En el caso de los tumores palpebrales benignos, los más frecuentes son los siguientes:
- papiloma
- nevus (manchas cutáneas)
- queratosis seborreica
- pólipo fibroepitelial
En lo que se refiere a tumores palpebrales malignos, los que aparecen con mayor frecuencia son:
- Carcinoma basocelular: aparece en mayores de 40 años y en personas de piel clara, normalmente por exposición solar prolongada.
- Carcinoma escamoso: aparece también por exposición al sol en personas con piel clara, pero provoca más daños y es más invasivo, pudiendo causar metástasis.
- Carcinoma sebáceo: su diagnóstico es difícil por su semejanza con un orzuelo o por confundirse con una blefaroconjuntivitis crónica. Genera metástasis, extendiéndose por la superficie del globo ocular.
Otros tumores palpebrales malignos menos frecuentes pero que también pueden aparecer son el melanoma, el carcinoma de células de Merkel, los sarcomas, o los linfomas.
¿Qué puede causar un tumor palpebral?
Según los estudios, uno de los principales factores de riesgo que pueden desatar un tumor en la zona periocular es la exposición prolongada a los rayos UV del sol, especialmente en personas con piel clara, por lo que resulta especialmente importante que las personas con factores de riesgo tomen precauciones para proteger la zona de los ojos de la radiación solar.
En cuanto a la edad a la que pueden manifestarse estos tumores, varía según el tipo de tumor que se trate; no obstante, si bien ciertos tumores palpebrales pueden aparecer incluso en la infancia, lo habitual es que se manifiesten en personas mayores de 40 años.
¿Qué síntomas permiten detectarlo?
En la mayoría de casos, estos tumores en la zona del ojo son bastante visibles y se manifiestan produciendo distintos tipos de lesiones en la región periocular, en muchos casos en forma de pequeños bultos, lesiones o ulceraciones que aparecen con más frecuencia en el párpado inferior, aunque también en el canto interno (zona del lagrimal) o en el párpado superior.
Estas lesiones se desarrollan normalmente de forma lenta y sin causar molestias, por lo que incluso pueden pasar desapercibidas durante mucho tiempo; en otros casos, pueden causar picor o escozor, y raras veces llegar a sangrar ligeramente: si notamos algún síntoma de este tipo, y sobre todo si aparecen lesiones repentinas en la zona del ojo que van creciendo y cambiando de color, es muy importante acudir cuanto antes a la consulta de un oftalmólogo, ya que muchos tumores malignos aparecen de esta forma sin manifestar síntomas previos.
Un oftalmólogo experto, tras examinar al paciente, puede establecer de qué tipo de tumor palpebral se trata y cuál es el tratamiento más adecuado. En caso de sospecharse de un tumor maligno, la forma más fiable de determinar a qué tipo de lesión nos enfrentamos es mediante una biopsia: si se trata de una tumoración pequeña, la biopsia de por sí permitirá extraerla por completo; en el caso de que sea un tumor más extenso, si es canceroso será necesaria una cirugía más compleja.
Tratamiento para los tumores palpebrales en A Coruña
En el caso de los tumores palpebrales malignos, es necesario llevar a cabo una cirugía para extirparlos completamente, pudiendo ser necesarias una o más intervenciones según el tipo de lesión y su afectación; en ocasiones, dado que estos tumores pueden afectar a una parte importante del párpado, puede ser necesario además emplear técnicas de reconstrucción quirúrgica para restaurar el aspecto y la función del párpado.
En la mayoría de casos, si la cirugía logra extirpar todo el tumor y el tejido sano que lo rodea, la tasa de éxito de este tipo de intervenciones es muy alta y la tasa de reincidencia del tumor palpebral es muy baja. No obstante, estas operaciones deben acompañarse de un seguimiento médico para detectar de forma precoz cualquier posible reaparición de la tumoración.
Este tipo de tratamientos que implican cirugía son siempre delicados y tienen riesgos, por lo que es muy importante que acudamos siempre a un oftalmólogo experto y con experiencia, que nos garantice que el tratamiento sea eficaz y sin complicaciones. En Clínica Oftalmológica Cobián Martos tenemos a los mejores profesionales de oftalmología, con una amplia experiencia en intervenciones con éxito en nuestros pacientes.
¿Es posible prevenir los tumores palpebrales?
La prevención de la aparición de lesiones de este tipo es complicada porque en muchos casos están vinculadas con factores genéticos; no obstante, dado que la exposición a los rayos UV es uno de los principales factores de riesgo, medidas como proteger adecuadamente del sol los ojos -especialmente en personas de piel clara- pueden ayudar significativamente a prevenir la aparición de este tipo de tumores.
Además de esto, dado que el diagnóstico precoz es clave -especialmente en el caso de los tumores palpebrales malignos- es importante acudir con regularidad a la consulta de un buen oftalmólogo si notamos la aparición de lesiones en la zona de los párpados, o para realizar un seguimiento periódico si estas lesiones ya existían anteriormente. No olvidemos que, sobre todo en el caso de las tumoraciones más graves, una detección y un tratamiento a tiempo puede ser crucial para salvar la visión, el ojo, o incluso la vida del paciente.
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