OBSTRUCCIÓN VÍA LAGRIMAL ALTA

Una obstrucción de vía lagrimal alta se produce cuando el conducto lagrimal se obstruye por distintas causas, provocando que las lágrimas no se drenen por la nariz y se acumulen en el ojo, lo que genera un exceso de agua así como problemas para eliminar todo tipo de sustancias.

Hemos de tener en cuenta que el ojo genera lágrimas de forma continua y que éstas deben drenarse adecuadamente por la vía lagrimal, que es un sistema de conductos de drenaje (llamados canalículos) que drenan el exceso de líquido desde el punto lagrimal (el pequeño orificio situado en el extremo del ojo, cerca de la nariz) hacia el saco lagrimal y el conducto nasolagrimal, que desemboca en la nariz.

Si este drenaje se obstruye por alguna causa, las lágrimas no pueden evacuarse adecuadamente y el ojo sufre una acumulación de líquido, haciendo que esté irritado y lloroso; además, este estancamiento favorece la aparición de hongos, bacterias y virus, disparando la probabilidad de sufrir infecciones e inflamaciones oculares de varios tipos.

Existen principalmente dos tipos de obstrucción lagrimal según su origen:

• Adquirida: la más común, que afecta a adultos y aumenta con la edad; tiene diferentes causas (infecciones, traumatismos, etc).
• Congénita: se detecta desde el nacimiento en niños, que sufren una obstrucción total o parcial del conducto lagrimal por algún tipo de malformación congénita.

Así mismo, la obstrucción de la vía lagrimal puede ser de dos tipos según su ubicación:

• Alta: cuando la obstrucción se encuentra próxima al punto lagrimal.
• Baja: cuando la obstrucción se detecta bajo la piel, en el saco lagrimal o en el conducto nasolagrimal.

La obstrucción del conducto lagrimal puede tener diversas causas; en recién nacidos es relativamente frecuente, pero en la mayoría de casos el problema desaparece sin necesidad de tratamiento durante el primer año de vida del recién nacido.

En adultos, sin embargo, una vía lagrimal obstruida puede estar causada por lesiones, infecciones, el envejecimiento, o incluso un tumor; resumiendo, las principales causas de una obstrucción de la vía lagrimal adquirida son las siguientes:

• Cirugía: una cirugía en la región del ojo o de la nariz puede causar daños y obstrucciones en los conductos lagrimales.
• Edad: con el envejecimiento, los lagrimales pueden estrecharse y obstruirse.
• Infecciones: una inflamación o una infección persistente en los ojos, o si estos están continuamente irritados, aumenta el riesgo de obstrucción de los conductos lagrimales.
• Lesiones: una lesión en la cara o que afecte a la región del ojo o la nariz, puede provocar daños en el sistema de drenaje lagrimal.
• Tumores: los tumores cancerígenos que afecten a la región de la nariz o del ojo, pueden llegar a causar deformaciones y obstrucciones en los conductos lagrimales.
• Colirios: el uso continuado y habitual de colirios, o el empleo de gotas para tratar dolencias como el glaucoma, aumentan el riesgo de obstrucción de los conductos.
• Otros tratamientos: tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia o la radioterapia pueden provocar como efecto secundario la obstrucción de una vía lagrimal.

La obstrucción de la vía lagrimal provoca una serie de síntomas ante los que es importante estar atentos para actuar lo antes posible; algunos de ellos son:

• lagrimeo constante (epífora)
• visión borrosa
• irritación o enrojecimiento ocular
• conjuntivitis recurrente
• secreción de mucosidades en el ojo o el párpado (infecciones)
• inflamación del saco lagrimal (inflamación en el párpado inferior cerca de la nariz)
• piel macerada o blanda en la zona del ojo

Ante cualquiera de estos síntomas, lo más importante es acudir lo antes posible a la consulta de un oftalmólogo profesional, para que éste determine las causas exactas y si estamos ante un caso de obstrucción de vía lagrimal (ya sea alta o baja); el oftalmólogo también podrá prescribir el tratamiento más adecuado en cada caso.

Por lo general, la obstrucción del conducto lagrimal tiene siempre tratamiento y puede corregirse; no obstante, el tratamiento a aplicar dependerá de la causa que origine la obstrucción, del grado en que ésta se encuentre, de la ubicación de la obstrucción, e incluso de la edad del paciente.

En el caso de las obstrucciones altas (en el punto lagrimal), cuando la causa de la obstrucción es una inflamación en primer lugar se suele prescribir un tratamiento tópico a base de colirios o de cortisona; también es posible emplear una cirugía sencilla, ensanchando el orificio del lagrimal mediante la técnica de la puntoplastia.

Cuando la obstrucción es baja y por tanto más profunda, la cirugía necesaria es más compleja y es necesario practicar una DCR (dacriocistorrinostomía, que puede ser externa o interna), que implica crear un nuevo orificio de salida de la lágrima hacia la cavidad nasal.

En ambos casos es muy importante acudir a un oftalmólogo experto y con experiencia que pueda llevar a cabo este tipo de cirugías de manera eficaz y sin complicaciones. Clínica Oftalmológica Cobián Martos cuenta con los profesionales y el equipo necesarios para realizar este tipo de cirugía, habiendo realizado con éxito numerosas intervenciones de este tipo.

Aunque resulta clave estar atento a los síntomas para detectar una obstrucción de vía lagrimal a tiempo, es posible reducir en cierta medida el riesgo de sufrir una evitando las infecciones en el ojo, que es uno de los principales factores de riesgo en la obstrucción de conducto lagrimal adquirida, la más habitual. Para ello, sigue estos consejos:

• mantén una buena higiene de manos
• evita tocar o frotarte los ojos
• trata de no compartir productos cosméticos para los ojos
• si usas lentes de contacto, extrema su cuidado y limpieza

Además de estos consejos, una buena forma de prevenir la aparición de una obstrucción de vía lagrimal alta o baja es visitar regularmente la consulta de un oftalmólogo, ya que éste puede detectar a tiempo cualquier indicio o riesgo de obstrucción, incluso cuando aún no se han presentado síntomas visibles.