QUERATOCONO

El queratocono, o ectasia corneal, es una enfermedad ocular que afecta la córnea -la bóveda transparente que cubre la pupila y el iris- alterando su estructura, de forma que se va adelgazando hasta que su forma semi esférica se transforma en cónica, similar a un balón de rugby. Esto provoca, entre otros, problemas de visión, incluyendo visión borrosa y distorsionada, y astigmatismo.

Suele aparecer durante la pubertad y en un solo ojo; cuanto a más temprana edad surge esta patología ocular, más probable es que evolucione de forma más rápida, mientras que cuando se presenta en personas de 30-40 años tiende a estancarse. El queratocono es de hecho la principal causa de trasplante de córnea en pacientes menores de 30 años.

Las causas y mecanismos que desatan la deformación de la córnea se desconocen con exactitud, aunque se barajan factores y teorías sobre por qué se produce el queratocono:

• Genética: hay cierta probabilidad de que un paciente con queratocono tenga padres o familiares con la misma patología.
• Rascado crónico del ojo: el frotamiento ocular durante un tiempo prolongado favorece la aparición del queratocono.
• Traumatismos: incluso sin son pequeños, pero de forma persistente.
• Alergias y factores hormonales.
• Alteraciones del colágeno, causadas por ciertas patologías, ya que el colágeno es el que proporciona a la córnea su forma y consistencia.
• Exposición a los rayos ultravioleta del sol en exceso.
• Uso de lentes de contacto no adaptadas correctamente a la forma del ojo.
• Síndrome de Down y síndrome de Ehlers-Danlos: se han encontrado vínculos entre ambos trastornos genéticos y la aparición del queratocono.

Uno de los principales síntomas del queratocono es una disminución de la visión y un aumento del astigmatismo (es decir, que la visión se vuelve borrosa tanto de cerca como de lejos); además, también favorece la aparición de miopía, distorsionando las imágenes lejanas. Otros síntomas durante la fase inicial y más leve son la visión borrosa o doble, y la fotofobia.

En casos más graves o sin tratamiento adecuado, el queratocono puede derivar en una rotura del endotelio corneal y la membrana de Descemet (capas que forman la córnea), causando un queratocono agudo, que provoca:

• Dolor ocular intenso
• Opacidad en la córnea
• Disminución de la visión
• Inflamación ocular en el polo anterior
• Fotofobia
• Espasmos y contracciones en los párpados (blefaroespasmos)

Si bien la evolución del queratocono varía en cada paciente, tal y como mencionamos antes su avance será mucho más rápido en pacientes adolescentes, mientras que en adultos de más de 30 ó 40 años la progresión será más lenta y puede incluso estancarse. En cualquier caso, ante cualquiera de estos síntomas es vital acudir lo antes posible a la consulta de un oftalmólogo para detectar el problema a tiempo, y evitar que se desencadene un queratocono agudo.

Cuando un paciente acude con esta sintomatología a la consulta de un oftalmólogo, el especialista realizará una serie de pruebas que pueden incluir una exploración con lámpara de hendidura para determinar la severidad del queratocono, así como una queratometría para medir la curvatura de la córnea y una topografía corneal para seguir la evolución de la protusión corneal.

En cuanto al tratamiento, en los casos más leves en los que el queratocono se ha estancado, es suficiente con usar gafas o lentillas para corregir los problemas de visión. En los casos más severos, sin embargo, puede ser necesario emplear la cirugía, existiendo varias soluciones:

• Implante de anillos intracorneales (intraestromales) para regularizar la córnea.
• Cross-linking corneal, un procedimiento muy eficaz para frenar el queratocono.
• Trasplante de córnea, sustituyendo sólo las capas afectadas de la córnea.

Nuestra recomendación es siempre consultar a un experto oftalmólogo ante la aparición de cualquier sintomatología en el ojo que nos haga sospechar de la formación de un queratocono, ya que el diagnóstico precoz es clave para frenar su avance. En Clínica Oftalmológica Cobián Martos contamos con experiencia en el diagnóstico y el tratamiento de este tipo de patologías oculares.

Dado que no se conocen con precisión las causas que desencadenan la aparición del queratocono, no es posible especificar qué medidas preventivas tomar; no obstante, es muy recomendable que familiares de pacientes con queratocono, especialmente si son descendientes directos, se sometan regularmente a exámenes oftalmológicos para detectar a tiempo esta enfermedad.

Esto es especialmente importante en niños, adolescentes y jóvenes, ya que son los que tienen mayor riesgo y sufren mayores consecuencias en caso de aparición del queratocono. A veces, ciertos tipos de queratoconos subclínicos no producen síntomas ni alteraciones de la visión, por lo que sólo pueden ser detectados por un experto oftalmólogo con el equipo adecuado, realizando revisiones periódicas: sólo así se consiguen evitar los casos más agudos que pueden requerir cirugía.